En la decoración de una casa las alfombras
cumplen un rol estelar. Por ello es común que se manifieste que una casa
sin alfombras no es una casa decorada ni tampoco acogedora. Al respecto, el
mercado nos ofrece hoy un sinfín de colores, tamaños y estilos según los
gustos de cada comprador. No obstante ello, se advierte que una de las
cosas que más asusta a las personas y provoca dudas en
la adquisición de este bien es su limpieza. Sobre esto existen varios mitos
que refieren que las alfombras son muy bellas pero difíciles de limpiar,
por lo que los consumidores optan por el parqué, vinilico, mayólicas, etc.
Sin embargo la limpieza de alfombras no es tan complicado como parece y
puede realizarse sin invertir mucho tiempo y dinero.
Sigamos estos consejos:
1. Cuando una alfombra se ensucia debemos proceder a limpiarla de
manera inmediata y no esperar por ejemplo que los invitados de que esten en la casa se retiren para
luego llevar a cabo la limpieza. Si bien la mayoría de las manchas pueden
removerse de su alfombra después de que las cosas hayan pasado, es evidente
que luego que estas manchas se asientan, su limpieza se dificulta. La regla
general es aspirar regularmente el exceso de polvo o de tierra que se vea y
que no se vea. Cuanto mejor se limpie la alfombra, más largo será su
periodo de vida.
2. El primer paso para limpiar las alfombras
consiste en eliminar todo resto de polvo con una aspiradora pasándola en el
sentido del hilo del pelo. Si esta posee cerdas largas debemos aspirar más
detenidamente para eliminar todas la suciedad y los insectos que puedan estar
acumulados: Si las cerdas se atoran en la aspiradora no debemos jalarlas,
solo apagaremos el electrodoméstico y las removeremos una por una. Se debe
tener presente que si la alfombra de lana es muy antigua o delicada, no
conviene usar el aspirador ya que, a la larga, podrías romper las hebras de
lana. Lo mejor es colgar la alfombra de los extremos de las cuerdas de
tender del patio y se ejecute golpes suaves con una palmeta de mimbre.
3. Si la alfombra tiene manchas de grasa, sólo
se echa sobre ella unas gotas de gaseosa y se frota con fuerza cuando ya
esté seca. Igualmente, se puede rociar bicarbonato de soda, una fécula
de maíz, una harina de maíz, o un polvo de talco. Use un secador de pelo
para acelerar secado y luego pase la aspiradora.
4. Si es líquido lo derramado sobre la alfombra, debe
rápidamente usar una toalla o papel toalla y dar golpecitos con los dedos
para evitar que el líquido sea absorbido por la alfombra. Trabaje de los
bordes hacia el centro.
5. Si su
alfombra se mancha con algo sólido, no debe restregarse. Se deberá emplear una cuchara para levantarlo, sin presionar hacia
abajo. No se emplea navajas o cuchillos cuando se necesite remover
cualquier cosa de la alfombra, ello ocasiones que se corte los dibujos de
las alfombras y las pueda dañar irreversiblemente.
6. Para reavivar el color lo más recomendable es limpiarlas con un
paño, agua tibia y jabón neutro. Para evitar que la alfombra se moje y
destiña solo se debe utilizar espuma seca. También se recomienda
7. Cuando se realice el lavado de alfombras. Se podrá emplear un
preparado casero a base de amoniaco para desengrasar y a la vez reavivar
los colores. Estos son los ingredientes necesarios:
1 balde de agua caliente
1 chorro de detergente líquido
1 vaso de amoniaco
1 cepillo de cerdas gruesas
Se debe añadir el detergente líquido y el amoniaco al balde con
agua caliente. Con ayuda del cepillo de cerdas gruesas, se frota toda la
superficie de la alfombra con esta preparación, insistiendo sobre todo en
las zonas más sucias y en las esquinas, donde el polvo tiende a acumularse.
Se debe dejar secar la alfombra, en un lugar ventilado. También puedes
espolvorearlas con sal fina y pasarles la aspiradora después de unos
minutos.
Para
quitar manchas solubles en agua, se debe aplicar alguna solución detergente
(1 cucharadita de detergente suave por taza de agua), desde los bordes para
el centro de la mancha. Coloque varios pedazos de papel toalla encima del
lugar y coloque arriba libros. Luego se retira los papeles toalla.
La Alfombra y sus bordes
Los bordes de las alfombras no deben quedar
levantados, pues de hacerlo pueden causar alguna caída al poder fácilmente
tropezar alguien con ellos. Para rectificar el borde de una alfombra con
tendencia a levantarse, se colocará sobre él una toalla de rizo bien húmeda
y se pisará un par de veces, o se dejará que esta actúe toda la noche.
Otro truco
casero consiste en humedecer bien la alfombra y pintar el reverso (la cara
inferior) con cola de carpintero. Cuando se haya secado, la alfombra
quedará totalmente plana.
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